lunes, 29 de abril de 2013

Ultimando detalles sin ver resultados

¡¡Mother mine del amor hermoso!! Estas últimas semanas están siendo de lo más estresantes, veo que no llego a todo ni a nada, que estoy perdida, que no paro de hacer cosas y cuando hago recuento de lo que me falta por hacer flipo en colores, porque en realidad pienso, pero ¿¿qué coño he hecho?? A estás alturas no pongo ni asteriscos para omitir las palabrotas, lo siento, pero los niveles de tensión tienen que salir por algún lado y soltando tacos yo me relajo!

En 15 días salgo de cuentas, que por cierto, menuda expresión, porque ¿qué cuentas? A mí cuando las futuras parturientas me dicen "por el médico salgo tal día pero por mi cuenta salgo éste otro", pienso que no tengo ni puñetera idea de echar cuentas, y que lo que me dice la señora de la bata blanca con muñeca de fieltro en la solapa va a misa, para eso tiene una bonita ruletita que colocando el primer día de tu última regla te lo calcula solo.

Pues eso, que me desvío, que mi chico se cogió 15 días de vacaciones en Abril para preparar la llegada del bebote y no hemos parado. A mí me ha entrado un síndrome del nido cabrón cabrón, porque yo, que siempre he sido una escéptica y no he creído ni en antojos, ni en síndromes, ni en ná de ná, pues ¡zas! hostia en la boca, porque no es un síndrome del nido cualquiera, nooooo, es uno con el que me he agobiado y mucho, todo está sucio, todo está descolocado, todo hay que vaciarlo, todo hay que tenerlo listo ya, todo, todo, todo, todo...

Y, por fin, a un día de que el padre de las criaturas vuelva a su trabajo, hemos conseguido tener lo más importante listo, bueno, a ser sincera, me falta una cosa, la maleta para el hospital...lo sé, soy un desastre pero es lo que hay. Mañana tengo que ir a comprar unas sujetadores de lactancia que quiero meter, y con eso y un bizcocho podremos esperar sin estrés a que venga cuando quiera venir.

Que sea pronto, jesusito de mi vida y de mi corazón, que tengo muchos dolores en ingles-caderas, los pies como botas, me fatigo hasta planchando, me despierto cada dos por tres, no me puedo poner las botas sin ayuda, contracciones incómodas, acidez...así de golpe, todo al final del embarazo...




viernes, 5 de abril de 2013

Besos mágicos

¿Y yo pensando que era la única que tenía ese súper poder aquí en casa?

Ayer jugando con Vega en su habitación, tirada en el suelo cual vaca en su establo, y con unas pintas dignas de ver, pantalón de chándal arremangao, calcetines a media pierna y zapatillas de estar por casa, se me ocurrió pensar en alto "vaya patorras hinchadas que tengo". Entonces vino Vega montada en su minimoto y me preguntó ¿Qué pasha, mami? ¿Duele piennas? y la digo Sí, cariño. Ven, a beso. Se agacha, me coge una pierna, me besa y suelta: no pasha nara, mami, vale? No pasha nara. Otra, y se va a la otra y repite operación. Me coge la cabeza y se la pone en el pecho y con su manita empieza a darme pequeños golpecitos mientras sigue diciendo No pasha nara...

Las piernas seguían hinchadas pero sentí un amor tan profundo...